Articulación y diferenciación


“El pensamiento psicológico articula y diferencia a partir de un nexo general. La vida psíquica se concebirá como un nexo de funciones que conectan las partes constituyentes, que a su vez consta de sistemas específicos, cada uno de los cuales que presenta nuevas tareas para la psicología” (Dilthey, 1895/2010, 148).

Junto con las dimensiones de abstracción - concreción y de centralidad - periferia, otros dos criterios que pueden utilizarse para caracterizar inicialmente las aplicaciones conceptuales utilizadas en el foco terapéutico es el grado de articulación y diferenciación.
Una alta articulación significa que una aplicación co-varía con otras, se muestran “ligadas”. Una baja articulación implica que las articulaciones no parecen conectadas, no en términos de causalidad, sino en términos de frecuencia o correlación.
Muy relacionado con este criterio de caracterización organizacional, una alta diferenciación implica que las aplicaciones conceptuales muestran componentes distintivos, separados unos de los otros. El caso contrario implica un funcionamiento difuso, o una respuesta global (ver el trabajo de Kingsland & Greene, 1984 respecto a la caracterización del funcionamiento depresivo, por ejemplo).
El esquema presentado arriba muestra cuatro escenarios en términos de esta forma de caracterizar:

  • a. Una alta diferenciación con baja articulación. Las aplicaciones se muestran claras, separadas, pero en subsistemas no conectados. En clínica, una respuesta de estrés que implique “pérdidas de memoria”, comportamiento disociado o una alta compartimentalización, corresponderían con esta caracterización.
  • b. Una baja diferenciación con baja articulación. Las aplicaciones se muestran difusas e inconexas. En clínica, una respuesta de estrés que implique una percepción de difusión personal, falta de reconocimiento, cambios en los límites corporales (licuación o gasificación), etc., correspondería con esta caracterización.
  • c. Una alta diferenciación con alta articulación. Las aplicaciones conceptuales se muestran claras, definidas, y conectadas entre sí de tal manera que se pueden movilizar nodos para administrar el estrés (por ejemplo, dedicarse a un hobby valorado por la persona luego de una discusión de pareja). En clínica, una respuesta de estrés que implique formatos transitorios de ansiedad podría responder a este tipo de caracterización.
  • d. Una baja diferenciación con una alta articulación. Las aplicaciones conceptuales se muestran conectadas entre sí, pero la baja diferenciación implica que el sistema completo de aplicaciones funciona como un “todo”. La discrepancia referida a un grupo de conceptos, afecta la globalidad. En clínica, una afectación global del funcionamiento frente a una construcción de amenaza, correspondería con esta caracterización.


Para seguir estudiando estos temas, que son parte de un área de la psicología y psicología cognitivo - social denominada “teorías de consistencia” (una definición amplia que puede incluir desde Fritz Heider (1958), León Festinger (1957), Osgood y Tannenbaum (1955), y el trabajo más actual de Anthony Greengwald).
Además de estos autores, el lector puede revisar el trabajo clásico de Witkin (1965) y de Harvey, Hunt y Schroder (1961), junto con los artículos más actuales de Donahue et.al, (1993); Diehl, Hastings & Stanton (2001); Bigler, Neimeyer & Brown (2001); y Diehl & Hay (2007).

Referencias

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