Deconstrucción

La deconstrucción es parte de las estrategias de intervención del enfoque narrativo constructivista. Otras estrategias son el bracketing, la construcción y la reconstrucción. En la metodología propuesta en el libro Experiencia Suicida: comprensión narrativa constructivista, la estrategia de deconstrucción se define como la subjetivización de la referencia. ¿Qué significa esto?.

Estos son Anna y Ben. Mientras caminaban en el parque, vemos que han recibido de regalo algunos globos.
Anna, en sus palabras, se experimenta alegre. Había tenido un mal día en el trabajo y decidió caminar por el parque para despejarse y “tomar aire”. Recordó que cuando niña siempre quería tener esos globos, pero su madre no tenía dinero así que ella prefería no pedirlos. Justo pensaba en eso, cuando le regalamos los globos. Ella experimentó mucho agrado, “una sensación de esperanza”. Antes no quería llegar a su casa y “cargar” a su novio con el mal rato en el trabajo, y ahora tenía en mente compartir el momento divertido en el parque.
Ben, por otro lado, se experimenta distinto. El cruza por el parque para ahorrar tiempo en el trayecto de su oficina a casa. Usualmente le molestan lo que él llama “convencionalismos capitalistas”, refiriéndose a todas aquellas cosas que él entienda como producto encubierto del modelo capitalista (entre las que se cuentan Santa Claus, San Valentín, etcétera). Aunque no es San Valentín, al vernos a cierta distancia con los globos anticipó algo negativo, en sus términos. Ben no tiene pareja hace 2 años aproximadamente. Le agrada su trabajo, y el regalo lo ve como un contratiempo: como tenía en mente continuar con unos informes en casa, ahora deberá ver qué hace con los globos, no los quiere tener en su departamento, pero tampoco quiere darse demasiado tiempo para regalárselos a alguien.

Deconstrucción como subjetivización de la referencia.
La deconstrucción es la acción de indagación del problema terapéutico, poniendo “entre paréntesis” el marco de referencia del paciente, considerándolo relativo a él, a sus construcciones y arreglos narrativos previos, y no una propiedad objetiva en la observación. Por tanto, la deconstrucción, como atención conjunta contra - denotativa, implica una caracterización del autoconcepto o autoimagen, del cuerpo y el mundo, y de la representación subjetiva de los otros que está implícita en cada observación realizada. En otras palabras, cada aplicación conceptual podría estudiarse en términos de la referencia tri-partita a instancias o clases de referencia (Autoimagen, Alteridad, Corporalidad-Mundo). Y cada una de estas referencias a las tres instancias, a su vez pueden estudiarse en términos de estructura temporal (anticipación, implicación, contacto, contraste con expectativas previas) y proyección temporal (construcción de recuerdos o retrospectiva, relación con el presente, construcción de futuro o prospectiva). Por tanto, la deconstrucción apunta a una concepción de la experiencia en términos de temporalidad (ocurre en proceso) y confronta la simbolización como un acto transitorio, no obstante coloca la experiencia humana en el plano de significado personal: la experiencia tratada en terapia corresponde al dominio simbólico (Díaz, 2016, 2022). Por supuesto, esto no indica una negación de las dimensiones sociales, acuerdos objetivos entre las personas, la construcción de consensos sociales, etc. ni la evitación de su consideración en terapia, solo indica una acción específica dentro de más amplias acciones terapéuticas.



Volviendo al ejemplo en el parque, a través de una escena tratada deconstructivamente, podremos saber mucho de Anna y Ben. Una pregunta posible, entre varias, sería indagar en las referencias a Autoimagen al momento de recibir el regalo: ¿podrías describir quién eres tu en este momento?. Anna menciona que es alguien afortunada, que la vida trata mal a veces, pero en otras ocasiones le brinda alivios, regalos, esperanza, “soy alguien a quien el destino recuerda a veces, eso me hace sentir bien”. Ben, por su parte, menciona “soy alguien de otra especie, no calzo mucho con el resto, me dan estos globos y la verdad, me siento incómodo con esto”. Por supuesto, la caracterización podría ampliarse si se dispone de un poco de tiempo para conversar.

Deconstrucción y diferencias con el método fenomenológico

La estrategia de deconstrucción tiene ciertas similitudes con el método fenomenológico. Se comparte la “actitud” deconstructiva, de acuerdo a Richard Schmitt: en el centro del método fenomenológico está la misma actitud deconstructiva, en donde «donde no adjunto ninguna validez a la creencia natural en la existencia de lo que experimento, ‘invalido’, ‘inhibo’, ‘descalifico’ todos los compromisos con referencia a los objetos experimentados; ‘yo pongo entre paréntesis el mundo objetivo’». (Schmitt, 1959, p. 239). Aunque la fenomenología no es un movimiento unitario, se podrían hacer algunas diferencias respecto a la estrategia de deconstrucción utilizada en el enfoque de comprensión constructivista desarrollado en el libro:

  • El método de deconstrucción no es en sí mismo el objetivo de la intervención, sino que es exclusivamente una estrategia moderada y limitada de evaluación, restringida a aplicaciones conceptuales precisas.
  • En el enfoque narrativo constructivista, el cuerpo y el estar en el mundo se concibe de forma compleja y emergente a las actividades de construcción de conocimiento de la persona. En un enfoque que podría catalogarse de constructivista radical, el cuerpo y el mundo son considerados en su aspecto de Corporalidad: la forma de ver los colores, de experimentar la gravitación, la luz, el tipo de vestimenta, la forma de caminar, de implicarse en el estar en un lugar, experimentar ese lugar, etcétera, son estudiados desde un punto de vista gnoseológico y en su relación inseparable con otras dos instancias referenciales (Autoimagen y Alteridad). En un símil fenomenológico, el método narrativo de deconstrucción sería más cercano a Husserl y más distante a Heidegger.
  • La deconstrucción sigue un molde específico, teorético, que es la indagación contrarreferencial respecto a las tres instancias de referencia y, en cada instancia, la exploración de la estructura temporal y proyección temporal.
  • En términos de significado, en el método de deconstrucción la espacialidad y temporalidad son relativos a la persona.
  • La “búsqueda” en el método de deconstrucción narrativo constructivista solo persigue la caracterización del problema de integración narrativa inherente al problema terapéutico. El objetivo privilegiado es pragmático.
  • Y por último, no existe en el enfoque narrativo constructivista la confusión entre dominios científicos y vivenciales. Para el terapeuta narrativo constructivista, la diferenciación entre las herramientas teórico científicas y el encuentro humano, no resulta un problema o confusión. El terapeuta narrativo constructivista está invitado a dialogar flexiblemente entre los dominios nomotéticos y el mundo idiosincrásico del paciente: por un lado, de cercanía teorética al reconocer la importancia de la actualización científica en clínicas de alta complejidad, y por el otro lado el flexible abandono de la teorética en el encuentro con el paciente, al punto de reconocer cada caso, cada vivencia, como un “caso único”.
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